El Ayuntamiento de Liérganes ha finalizado el proceso de sustitución de las nueve isletas que había con contenedores soterrados por otros en superficie protegidos con armarios de madera. La inversión ha ascendido a 43.000 euros, y, junto a los nuevos contenedores, la gran novedad es que se ha suprimido el paso diario de camiones de recogida de residuos de Urbaser, Mare y Ecovidrio por el centro histórico de la villa.
El equipo de gobierno había detectado importantes problemas en la gestión de la basura, y encargó una Memoria técnica en la que tras analizar el problema existente se propuso una serie de actuaciones en los diferentes puntos de recogida. El proyecto fue adjudicado a la empresa Urbaser, y se han llevado a cabo actuaciones en 9 puntos de recogida de basura, 8 de ellos pertenecientes a Lierganes y 1 a Pamanes, todos ellos con soterrados desde el año 2007.
El presupuesto de reparación de los soterrados ahora suprimidos ascendía a casi 21.000 euros, y eran una fuente de problemas de para el equipo de gobierno. La apuesta municipal ha sido, en esos nueve puntos, proteger y ocultar la existencia de los cubos en superficie con un cerramiento liviano de madera tratada. El mantenimiento de los contenedores en superficie se reduce significativamente, y el cierre de madera únicamente precisa de una revisión anual.
De esta forma, el casco viejo ha quedado totalmente libre de contenedores, lo cual preserva mejor la esencia histórica y tradicional del pueblo. Por contra, los vecinos de esa zona tienen ahora que recorrer mayor distancia para depositar la basura en los nuevos contenedores en superficie, si bien la distancia no se ha incrementado demasiado, y el cambio ha sido bien asumido por los negocios y vecinos, tras una charla informativa en el Ayuntamiento.
El alcalde de Liérganes, Santiago Rego, ha asegurado, que el mantenimiento de los contenedores soterrados es muy costoso. “Son numerosas las actuaciones de revisión y renovación de los elementos mecánicos, eléctricos e hidráulicos que disponen los contenedores. Continuamente deben ser revisados y actualizados, generando un coste económico difícilmente asumible”, ha señalado.
La realidad ha demostrado que el mantenimiento que se realiza no es del todo lo necesario, y como consecuencia de ello se observa continuamente que las puertas de los contenedores no se cierran correctamente, aumentando progresivamente los olores en el entono. “La Memoria técnica, suscrita por un ingeniero de caminos, recoge, igualmente, que soterrar los contenedores de la basura es una solución que, en general, favorece las condiciones de salubridad y paisajísticas del entorno. Al no existir desagüe en los fosos de los soterrados, los lixiviados se acumulan y generan un gran problema de salubridad. No hay más que comprobar el estado tan lamentable que normalmente presentan los cubos soterrados”, ha subrayado la concejala de Medio Ambiente, Ana Ríos.
En cuanto a la mejora de salubridad y supresión de malos olores, en el caso de los contenedores soterrados es absolutamente necesario que los fosos sobre los que se depositan los mencionados contenedores dispongan de una red de saneamiento, lo que no ocurría en las nueve isletas que había en Liérganes y Pámanes. Es decir, un desagüe que permita la evacuación de los lixiviados que se generan tanto por los componentes de basura como por no ser completamente estancos los fosos. Incluso en los días de lluvia durante la operación de carga de la basura acaba penetrando agua en dichos fosos.
Por otra parte, las características de los camiones de recogida presentan unas dimensiones y pesos excesivos en muchas ocasiones para el adoquinado de las calles de los cascos históricos. Ya se está apreciando en Liérganes, por ejemplo, que empiezan generarse baches, adoquines rotos, etcétera, lo que acabara deteriorando significativamente los viales de casco histórico, que fueron reparados por el Gobierno de Cantabria en el otoño de 2017.