El Ayuntamiento de Liérganes ha aprobado, en sesión plenaria extraordinaria, el cambio de nombre de la ‘Plaza del Marqués de Valdecilla’por el de ‘Plaza de los Cañones’, que es como popularmente se la conoce, aprovechando que en 2022 se conmemora el 400 aniversario del privilegio real de la fábrica de cañones de Liérganes.
En la misma sesión se acordó también la corrección del nombre de tres calles. De esta manera, la calle ‘Juan Curtius’ pasará a denominarse ‘Jean Curtius’, la calle ‘Puente Romano’ será a partir de ahora calle ‘Puente Mayor’ y la calle ‘General Quintanilla’ se cambiará tras este pleno por la de “mariscal Antonio de Quintanilla”.
Votaron a favor de la propuesta de alcaldía los dos socios de gobierno municipal: la Unión por Liérganes y Pámanes (ULP) y el PRC. Los cuatro concejales del PP no asistieron al pleno, alegando motivos laborales.
En la exposición de motivos, se justifica el cambio de nombre de la ‘Plaza del Marqués de Valdecilla’ por el de ‘Plaza de los Cañones’, en que esta última denominación alude a la famosa Casa de los Cañones, mandada edificar por Domingo de la Cantolla Miera, secretario de la Inquisición General y clérigo culto, en pleno centro del pueblo, y en cuyo lateral puede verse un muro con los únicos restos que perduran de la entrada al recinto de la Fábrica de Artillería.
Durante décadas -desde 1925 hasta 1992- la plaza más importante de Liérganes se ha llamado ‘Plaza del Marqués de Valdecilla’. Ello fue,probablemente, porque Don Ramón Pelayo de la Torriente, Marqués de Valdecilla (1850-1932), empresario, benefactor, y Grande de España, figura entre los benefactores del Cuartel de la Guardia Civil inaugurado en 1925. Es más, durante muchos años, para los vecinos la plaza respondía al nombre de “plaza de los cañones” -hay dos piezas magníficamente conservadas- o “plaza de los guardias”.
En el caso de la corrección de la calle Juan Curtius, que ya en sesión plenaria de 2012 recibió este nombre en sustitución del anterior, Camilo Alonso Vega, se basa en que la españolización de su nombre de pila no es correcta, según La Real Academia Española. Esta institución señala que “los únicos nombres de pila que se españolizan son los de los miembros de las casas reales, los de los papas y los de los santos, así como, en ocasiones, los de algunos autores y artistas extranjeros antiguos. Jean Curtius, natural de Lieja, fundó en Liérganes la Fábrica de Artillería en 1622, y trajo de Flandes a operarios cuyos descendientes aún se pasean por Liérganes, de tal modo que sus apellidos perviven por toda la comarca.
En el caso de la calle ‘Puente Romano’, ahora calle ‘Puente Mayor’, se trata en realidad de una infraestructura medieval ordenada levantar, según los historiadores, en la Alta Edad Media, por lo que, ni el puente fue edificado por los romanos, ni tampoco la calle puede llevar el título de “calle del Puente Romano”. En todo caso, por su importancia y antigüedad sería “calle del Puente Mayor”, que es, con rigor histórico, su verdadero nombre.
En el caso de la corrección del nombre de la calle ‘General Quintanilla’ por el de ‘mariscal Antonio de Quintanilla’, responde a que a su regreso a España tras su largo periplo de comandante y gobernador en Chile, la reina Isabel ascendió a Antonio de Quintanilla y Santiago, que era natural de Pámanes, al grado de “mariscal”, un grado entonces superior al de general.
En el pleno se acordó también ratificar el agradecimiento del equipo de Gobierno al marqués de Valdecilla por “su labor filantrópica con este pueblo, que no solo se ciñó al cuartel, sino a importantes ayudas económicas para la mejora de la carretera Liérganes-Solares (420.000 pesetas), y, por su supuesto, la gran obra que supuso el ahora Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en donde los cántabros y cántabras encontramos alivio cuando llega la enfermedad”.