Los vecinos de Pámanes dejarán en breve de recibir el agua turbia cuando se producen temporales fuertes de lluvia que afectan negativamente al acuífero ubicado en el barrio de La Herrán. Mayoritariamente, Pámanes se abastece del agua procedente de ese acuífero, que tiene unas excelentes características físico-químicas. El Ayuntamiento de Liérganes, con cargo al remanente de tesorería de 2022 ha ejecutado varias obras correctoras y de mejora en la red, cuya inversión total ha sido de 72.244 euros.
El agua de La Herrán se extrae directamente del acuífero y es bombeada al depósito de la zona de Cotorro para su distribución por la red del Servicio Municipal de Aguas y Alcantarillado. Durante épocas de lluvias fuertes, el acuífero se veía afectado por una gran turbidez en el agua, lo que se trasladaba al depósito y, por tanto, a la red pública de abastecimiento de forma negativa.
“Ello ha dado lugar al abastecimiento de agua con concentraciones elevadas de turbidez de manera puntual, lo que ha provocado durante años las quejas de los usuarios”, ha reconocido el alcalde, Santiago Rego. El Ayuntamiento está a la espera de que Electra de Viesgo realice la conexión solicitada para la nueva infraestructura, lo que permitirá poner en marcha el aparataje instalado y la nueva estación, cuya obra civil está finalizada desde noviembre.
Para evitar y solucionar situaciones indeseadas y molestas para todos los abonados -un problema puntual pero repetitivo en el abastecimiento domiciliario, y para garantizar, además, en todo momento, la calidad del agua suministrada desde el servicio municipal, el Ayuntamiento ha ejecutado una planta de tratamiento que permite filtrar y tratar el agua previamente a su distribución en la red general.
En este sentido, la Junta Vecinal de Pámanes ha facilitado las cosas, al poner a disposición del Ayuntamiento los terrenos anexos al Depósito de Cotorro, en los que se ha ejecutado por el Consistorio la nueva Estación de Tratamiento de Aguas de Pámanes. Esta estación, construida por la empresa Monagua, está formada por un decantador troncocónico de 3,80 metros de altura; un sistema de filtros con capacidad de 10 metros cúbicos/hora; un potente grupo de impulsión y, por último, una bomba sumergible para el lavado de filtros.
Todos los elementos de la estación de tratamiento han sido colocados en el interior de una caseta de bloques, doce metros cuadrados de dimensión, construida sobre una solera de hormigón armado de nueva ejecución, y vallado perimetral de protección con el fin de garantizar la seguridad de las instalaciones.
Con esta instalación, asimismo, se ha ejecutado un camino de acceso al depósito, inexistente hasta la actualidad, lo que dificultaba las labores de mantenimiento, y se ha dotado a la instalación con un punto de luz. Ello permitirá mejorar el sistema de alarmas y medidores existentes en el depósito y el óptimo funcionamiento de los sistemas eléctricos e hidráulicos de la nueva estación de tratamiento.