El Ayuntamiento de Liérganes ha iniciado la segunda fase del proyecto para acabar con las barreras arquitectónicas en el Centro Cívico de Pámanes, un edificio de 1909, que alojó hasta finales de la década de los setenta las escuelas nacionales. El ascensor que da acceso a lo que fueron las viviendas de los maestros funciona desde principios de mayo, y ahora se está acometiendo una segunda fase que consiste en una rampa para librar la centenaria escalera exterior de piedra, así como una acera perimetraly la recogida de las aguas pluviales. Todo ello por valor de 102.000 euros.
El ascensor del edificio, diseñado por el arquitecto Valentín Ramón Lavín Casalís, el autor del Parque de Bomberos Voluntarios, en la santanderina plaza de Numancia, de Santander, está operativo desde esta primavera gracias a una subvención de 48.000 euros de la Consejería de Obras Públicas dentro de la orden de Mejora de Edificios Públicos.
La segunda fase de mejora de la accesibilidad se está ejecutando en la actualidad, y tal y como ha explicado el alcalde, Santiago Rego, “la solución planteada consiste en la ejecución de una rampa de acceso al interior del edificio, así como una acera perimetral en todo el entorno del inmueble, una vieja reivindicación de la Junta Vecinal de Pámanes”, ha precisado.
En el exterior del inmueble, transferido por el Estado al Ayuntamiento en 1982,existían distintas barrerasarquitectónicas como escaleras y escalones que lo hacen inaccesible para personas con dificultades de movilidad, por lo que el proyecto del Ayuntamiento ha venido a suplir esas carencias. La nueva rampa tiene una anchura mínima de 1,80 metros y una longitud de casi 20 metros. Se instalará una barandilla de acero galvanizado y pintado con doblepasamanos en el muro de mampostería exterior a ejecutar. Asimismo, se habilitará una acera de una longitud de algo más de un centenar de metros.
El proyecto destinado a mejorar la accesibilidad del Centro Cívico,situado junto a la intersección de la carretera autonómica CA-904 con la nacional N-634, y muy próximo a la iglesia de San Lorenzo, deberá de continuar la próxima legislatura con la sustitución de la vieja carpintería de madera y la extensión del sistema de calefacción, que solo disfrutan el salón de actos -recientemente remodelado con una caja negra para actuaciones teatrales-, y el consultorio médico del Servicio Cántabro de Salud (SCS).