El Ayuntamiento de Liérganes ha invertido 33.000 euros en la urbanización de un segundo bloque de 28 nichos construido en el otoño de 2015, pero que no se encontraba operativo. También ha aprovechado para derribar el pequeño edificio, en el interior del camposanto municipal, donde se realizaban las autopsias hasta principios de la década de los años sesenta. Desde entonces se encontraba en desuso y en estado de ruina.
El mantenimiento del cementerio lo lleva directamente el Consistorio a través de su Brigada Municipal de Obras. En 2015, el Ayuntamiento acometió la construcción de 56 nichos por un importe de casi 60.000 euros, un proyecto financiado con los fondos comunitario del Programa Leader. Entró en funcionamiento la mitad del edificio de nichos -28-, y ahora lo ha hecho la segunda fase tras las obras de urbanización llevadas a cabo –camino, escaleras, barandillas, jardín y zona de asfalto-, así como otras labores de mantenimiento y mejora de la seguridad en los caminos.
El proyecto ha sido ejecutado por la empresa Solpavifer, durante la etapa de alarma sanitaria, con cargo al presupuesto municipal de 2019. La inversión permitirá atender la demanda de nuevas sepulturas en el cementerio municipal, y también, garantizar un adecuado estado de conservación del recinto y sus instalaciones, asegurando al mismo tiempo la seguridad y comodidad para los usuarios de la necrópolis de Liérganes, que data del año 1834, y está ubicada a pocos metros de la iglesia parroquial de san Pedro Ad Víncula.
El ya desaparecido depósito de autopsias ha dejado libre un espacio para la construcción de una veintena más de nichos. La fase de 28 sepulturas levantada en 2015 ha sido vendida íntegramente. Para el Ayuntamiento de Liérganes, la obra ha supuesto una nueva inversión productiva con la que se contribuye, una vez más, a generar actividad económica y empleo en el pueblo.
La obra se ha ejecutado siguiendo lo estipulado en el Protocolo de Policía Mortuoria Sanitaria y ha contado con el visto bueno de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria, responsable de vigilar el cumplimiento de las normas sanitarias que han de cumplir los cementerios municipales, supramunicipales y privados, y demás lugares de enterramientos autorizados.